
Beverley Allitt «El Ángel de la Muerte»
13 niños sufrieron ataques inexplicables mientras estaban bajo su cuidado. De ellos, cuatro murieron y otros nueve sobrevivieron, aunque algunos quedaron con secuelas físicas y psicológicas permanentes. Administraba dosis letales de insulina o potasio, provocando paros cardíacos o hipoglucemia severa. En otros casos, obstruía las vías respiratorias de los niños.