Saltar al contenido

Dominique Cottrez «La Asesina de Neonatos»

Nombre: Dominique Cottrez
Apodos: La Asesina de Neonatos
Fecha de nacimiento: 20/11/1963
País de nacimiento: 🇫🇷 Francia
Víctimas mortales: 8

CONTENIDO

Dominique Cottrez es conocida en Francia por uno de los casos de infanticidio más impactantes en la historia reciente.

En 2010, fue arrestada tras la revelación de que había matado a ocho de sus propios hijos recién nacidos a lo largo de más de una década.

Este caso suscitó un profundo debate en Francia sobre temas como la salud mental, el abuso y el estigma social, además de poner a prueba el sistema judicial.

La historia de Dominique Cottrez y sus actos es compleja y desafiante, reflejando la encrucijada entre el crimen, la enfermedad mental y las presiones sociales.

Primeros años y vida de Dominique Cottrez

Dominique Cottrez nació y vivió toda su vida en Villers-au-Tertre, un pequeño pueblo del norte de Francia.

Creció en una familia estricta y devota, en un ambiente en el que las apariencias y el control social eran de gran importancia.

Dominique se casó joven y tuvo dos hijas con su esposo, Pierre-Marie Cottrez. A pesar de tener una vida aparentemente estable y ser miembro activo de la comunidad, Dominique enfrentaba problemas personales y de salud no evidentes a simple vista.

Entre estos problemas estaban la obesidad severa, la depresión y, como se descubriría más tarde, experiencias traumáticas de abuso.

Dominique Cottrez junto a su familia (MP)

La obesidad de Cottrez fue un factor relevante en la vida de la mujer y también en el caso judicial.

Debido a su complexión física, podía esconder sus embarazos sin que la gente a su alrededor notara ningún cambio evidente en su cuerpo. Este factor fue fundamental para ocultar los embarazos y los partos que culminarían en una serie de crímenes desconcertantes.

Los crímenes y el descubrimiento

La cadena de crímenes de Dominique Cottrez fue descubierta en julio de 2010 cuando una familia que había adquirido la antigua casa de los padres de Cottrez encontró restos humanos enterrados en el jardín.

La familia, alarmada por el hallazgo, informó a la policía, quien al realizar excavaciones adicionales, encontró los cuerpos de dos recién nacidos.

La investigación rápidamente señaló a Dominique Cottrez y, durante los interrogatorios, ella confesó haber matado no solo a esos dos bebés, sino a un total de ocho, nacidos entre 1989 y 2006.

Cottrez explicó que temía que sus hijos nacidos fueran producto de una relación incestuosa con su padre, lo cual la impulsó a cometer los infanticidios.

No podía soportar la idea de que nacieran y descubrieran de dónde venían. Para mí, fue una solución inmediata a un problema sin salida” Dominique Cottrez

Según su confesión, todos los asesinatos siguieron un patrón similar. Cottrez había dado a luz a los bebés en secreto, en su hogar, y luego los asfixió poco después del nacimiento. Posteriormente, ocultaba los cuerpos en diferentes lugares de la casa, algunos enterrados y otros escondidos en bolsas de plástico.

La frialdad de su confesión y la falta aparente de arrepentimiento generaron una fuerte reacción en la opinión pública francesa, que estaba consternada por la magnitud y la brutalidad del caso.

Motivos y perfil psicológico

Durante el juicio, se revelaron detalles que intentaron explicar las razones detrás de los actos de Dominique Cottrez.

Ella misma afirmó que había comenzado a ocultar sus embarazos y a asesinar a sus hijos debido a experiencias de abuso y miedo.

En su testimonio, Cottrez habló de su miedo a que sus hijos fueran el resultado de una relación incestuosa con su propio padre, un secreto que cargaba desde la infancia y que no compartió con nadie hasta su arresto.

Dominique Cottrez (MP)

Los psiquiatras y psicólogos que evaluaron a Cottrez identificaron en ella rasgos de depresión severa y un trastorno de negación del embarazo, un fenómeno poco común en el que la mujer, consciente o inconscientemente, reprime su embarazo al punto de no reconocerlo como real o evitar tomar decisiones relacionadas con él.

Este trastorno podría haber contribuido a la capacidad de Cottrez para ocultar sus embarazos y racionalizar sus actos de infanticidio sin enfrentar la culpa y el dolor que estos suelen acarrear.

Me sentía atrapada en un ciclo del que no podía salir; cada vez que me daba cuenta de un nuevo embarazo, la solución era la misma” Dominique Cottrez

Además, su perfil psicológico mostraba indicios de trauma y abuso emocional desde una edad temprana. Su aparente capacidad para cometer crímenes tan atroces sin remordimientos, combinada con su aislamiento, reflejaba una personalidad atrapada en el miedo y el estigma social.

Para muchos observadores y profesionales de la salud mental, el caso de Cottrez subrayaba la necesidad de comprender y atender mejor las manifestaciones de trauma profundo en las personas que sufren abusos y aislamiento.

El juicio y la condena

El juicio de Dominique Cottrez comenzó en 2015 en Douai, Francia, y atrajo la atención de los medios tanto nacionales como internacionales.

Durante el proceso, la defensa de Cottrez argumentó que su clienta sufría de problemas psicológicos graves y una fuerte presión social y familiar.

Los abogados defensores intentaron demostrar que la falta de apoyo psicológico y el miedo a exponer su historia de abuso fueron factores determinantes en sus decisiones.

La fiscalía, sin embargo, subrayó la premeditación y la repetición de los crímenes, argumentando que, a pesar de cualquier circunstancia personal, Cottrez había tomado la decisión consciente de asesinar a ocho de sus propios hijos.

La acusación se centró en el horror que estos actos provocaron y en el hecho de que la sociedad esperaba una medida ejemplar que asegurara que Cottrez no quedara impune.

Sé que lo que hice es inhumano y monstruoso, pero en ese momento no era capaz de ver otra salida. No tenía la fuerza para detenerme ni para buscar ayuda” Dominique Cottrez

Dominique Cottrez durante su juicio (Foto: Aimée Thirion)

Finalmente, el tribunal condenó a Dominique Cottrez a nueve años de prisión por cada uno de los asesinatos.

Aunque la condena fue menos severa que la pena de cadena perpetua que muchos esperaban, la defensa logró argumentar que los factores psicológicos y de abuso debían ser considerados.

La sentencia fue recibida con opiniones divididas; mientras algunos entendían la complejidad de su situación, otros creían que la condena fue demasiado indulgente dado el número y la gravedad de los crímenes.

Reacciones en la sociedad francesa

El caso de Dominique Cottrez generó un amplio debate en Francia sobre temas como la violencia de género, la salud mental y los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

Muchos medios franceses e internacionales siguieron el caso de cerca, y algunas organizaciones de derechos humanos llamaron a implementar políticas de apoyo psicológico y social para prevenir tragedias similares.

Se discutió también la necesidad de un sistema que permita a las mujeres acceder a asesoría y servicios médicos en casos de embarazos no deseados, especialmente en áreas rurales o en comunidades pequeñas donde el estigma social puede ser mayor.

En un nivel más profundo, el caso de Cottrez también subrayó la importancia de crear espacios seguros para quienes han experimentado abuso sexual y otros traumas graves.

Para muchos defensores de la salud mental, el hecho de que Cottrez viviera en una comunidad pequeña y aislada pudo haber contribuido a que su situación no fuera detectada, y el sistema de salud no pudo intervenir de manera efectiva.

Se argumenta que las autoridades de salud deberían mejorar sus servicios y programas de seguimiento en situaciones de abuso o violencia familiar para evitar que estos problemas escalen en crímenes tan atroces.

Conclusión y legado del caso Cottrez

El caso de Dominique Cottrez es uno de los más complejos en la historia criminal francesa. A través de la historia de esta mujer, se revelan fallas en la sociedad en torno a la salud mental, el abuso y la falta de espacios seguros para denunciar problemas familiares o personales.

Su vida y sus crímenes reflejan un dilema ético y legal: ¿Cómo juzgar a alguien que cometió actos tan terribles en un contexto de trauma y abuso profundo?

A pesar de la condena, su caso sigue generando preguntas sobre la forma en que la justicia aborda a individuos con enfermedades mentales y problemas de salud graves. Para muchos, Dominique Cottrez representa una víctima atrapada en sus propios miedos y circunstancias, mientras que otros ven en ella un claro ejemplo de criminalidad premeditada y sin arrepentimiento.

El legado de Dominique Cottrez sigue siendo una llamada de atención para Francia y el mundo. Su caso es un recordatorio de que los problemas de salud mental y abuso pueden llevar a tragedias inimaginables si no se abordan adecuadamente.

Además, subraya la importancia de educar y sensibilizar a la sociedad para reconocer señales de abuso y facilitar el acceso a ayuda psicológica y social.

En última instancia, el caso de Dominique Cottrez resalta la necesidad de un sistema judicial que pueda equilibrar la justicia con la compasión y que, al mismo tiempo, trabaje por prevenir tragedias antes de que ocurran.

Fuentes: 1 | 2 | 3 | 4